Después de que el limpiador nos contara la historia de la mujer del condenado, nos fuimos a la ducha y a cenar. Por la noche, al hacer buen tiempo (era el mes de junio), decidimos salir a dar un paseo por los alrededores. Bajamos al pueblo a tomar algo, pero como estábamos cansados rápidamente nos subimos al albergue.
Subíamos despacio por el cansancio acumulado del día. Entonces uno de mis amigos propuso que por qué no volvíamos atravesando el bosque en vez de subir por la carretera. Le dijimos que no, que pasábamos después de la historia que habíamos oído. Así que seguimos subiendo por la carretera, pero nos animamos a comentar la historia. Nos gustan las historias de miedo a todos mis amigos y a mi. Cuando éramos más pequeños nos dio por ver peliculas de terror y hasta alguna vez hicimos la ouija. Aunque esos tiempos ya pasaron, seguía gustándonos escuchar estas leyendas populares.
En estas íbamos, cuando llegamos al Puente, casi estábamos en el albergue. Entonces nos sentamos en unas tablas que había junto a donde empezaba el bosque. La luna llena daba mucha luz, por lo que se veía bastante bien. Un amigo se levantó para ir a orinar y entonces se quedó blanco. Nosotros miramos adonde él estaba mirando. Algo se había movido detrás de un árbol y todavía se oía un ruido seco. No nos atrevimos a ir... Al principio nos emparanollamos un poco, nos reíamos, hacíamos bromas "uh... el fantasma de la mujer", pero el caso es que estábamos un poco nerviosos todos. Ni mi amigo ni ninguno fuimos a mear en toda la noche. No sabemos qué, pero todos estábamos seguros de que habíamos visto a "alguien", no era un animal.
El caso es que nos fuimos a dormir al albergue. Al día siguiente en el desayuno, como no había mesas libres nos sentamos con una pareja joven, un chico y una chica. Hablando, les contamos que la noche antes habíamos estado tomando algo en el pueblo y después a las afueras del bosque tomando el fresco. La chica nos dijo "Ah, eráis vosotros, ¿y dónde habéis dejado a vuestra amiga?". Le dijimos que por qué decía eso, que no teníamos ninguna amiga. Entonces nos explicó que habían estado en el bosque por la noche dando un paseo y que vieron a una mujer a cierta distancia andando hacia la linde del bosque (donde se supone que estábamos nosotros). Dicen que no la distinguieron bien, a pesar de la luz que arrojaba la luna llena.
Esta es nuestra historia. Nos quedamos un poco rayados. No sabemos quién era esa mujer, pero lo que estamos seguros es que no era nadie del albergue, porque ni la pareja ni nosotros reconocimos a nadie en ese desayuno como la mujer que vimos.
Comentad qué creéis que pudo ser.